Un seguro náutico sólido debe proporcionar cobertura integral para daños a la embarcación, ya sea por colisión, incendio, robo, vandalismo u otros eventos adversos. Esta cobertura debería incluir la reparación o la reposición de la embarcación en caso de pérdida total.

La responsabilidad civil es esencial en un seguro náutico, ya que cubre los daños materiales y personales causados a terceros como resultado del uso de tu embarcación. Esto incluye daños a otras embarcaciones, muelles, infraestructuras portuarias y lesiones a otras personas mientras están a bordo de tu embarcación.

Es importante que el seguro náutico incluya cobertura para gastos de remolque en caso de avería o accidente en el agua. Además, la asistencia en el agua las 24 horas del día, los 7 días de la semana, es crucial para garantizar que puedas recibir ayuda rápida y eficaz en caso de emergencia mientras estás navegando.

Además de la cobertura para la embarcación en sí, un buen seguro náutico también debe incluir cobertura para equipos y accesorios adicionales, como motores, velas, equipos de pesca, equipos de navegación y dispositivos electrónicos. Esto garantiza que todos los aspectos de tu experiencia náutica estén protegidos en caso de pérdida, daño o robo.